www.zonadiet.com

jueves, 7 de abril de 2011

Relación hay entre la naturaleza y el hombre

Para comenzar es imprescindible citar el significado de la palabra relación; en el diccionario: “conexión de una cosa con otra”. Al igual que todos los elementos que conforman el planeta tierra se encuentran en relación, es necesario, para vivir y “convivir” en ella, relacionarnos tanto con ella como entre nosotros; los seres vivos que la habitamos.
La naturaleza del hombre actual es el “tener más”, si se tiene más, se es mas; luego el “tener más” acarrea que otro va a “tener menos”, entonces la naturaleza del hombre priva a otros de tener al menos lo “necesario”.
Luego vienen las relaciones entre grupos y manadas; unos son predadores, otras presas, relación básica y necesaria para “alimentarse”. De este modo vemos que necesitamos de otras especies para subsistir, pero es aún más importante el darse cuenta que la relación primordial que debe tener un ser vivo es con La Naturaleza, la cual lo engloba a sí mismo, a sus otras especies y a su entorno. Evidentemente, la relación que el hombre actual establece con la Naturaleza está en desequilibrio; especies en período de extinción por causas ajenas a lo natural, el mismo hombre pone en desventaja no solo a otras especies sino a la suya propia.

El Hombre no intenta solo dominar en su especie sino en todas las demás, es ahora el ser superior, el más poderoso, pero también el que tiene más problemas, más deudas, más hambre, más miseria, más odio, etc. Según mi criterio, no era necesario dominar “tanto” como ha dominado el hombre

Hace poco más de un mes, a principios de Junio, la ONU hizo un llamamiento mundial para que las naciones y organismos intergubernamentales de todo el planeta se comprometan a incluir en sus planes, proyectos y medidas de protección medioambiental.
Ante la creciente situación de degradación cuyos signos se evidencian con mayor fuerza cada día, existen variadas respuestas que van desde la militancia política más radical hasta el escepticismo. Unos esgrimen un discurso catastrofista y apocalíptico que trata de culpar del problema a la sociedad industrial o al Capitalismo. 

No me cabe la menor duda de que el problema existe y es de unas dimensiones hasta el momento desconocidas. Simplemente observando en nuestro entorno podemos detectar cambios profundos en el medio que nos rodea. Densos bosques que hace no más de veinticinco años eran recorridos por ríos y arroyos y estaban poblados de animales, son hoy yermas montañas que se transforman en desierto a velocidad vertiginosa.
Si hacemos caso de los datos que nos suministran los medios de comunicación, la dimensión del problema se acentúa: destrucción de la capa protectora de ozono, cambio climático, peligrosa contaminación de la atmósfera y de los mares, accidentes nucleares de consecuencias dantescas y un incremento alarmante de enfermedades degenerativas y otras de origen desconocido.

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario